14 Mar ¿Cómo reconocer un buen logotipo?
El mejor embajador que puede tener una marca y empresa, es sin duda un buen logotipo. Un buen logotipo comunica los valores corporativos de la manera más llamativa, directa y elemental. Un logotipo correcto, además reforzará y proyectará su reputación asociada en distintos canales. Un buen diseño aplicado destaca y diferencia una empresa de otra, analicemos 3 puntos esenciales que no deberían faltar en un logotipo.
1. Trascender en el tiempo
Una marca debe ser atemporal y no dejarse influenciar solo por las tendencias actuales en cuanto a composición, colores o tipografías. Es un error que un logotipo tenga un «tiempo de vida» corto (varios años), que sea algo pasajero y que tenga que estarse renovando constantemente cada X años para mantener su mensaje e impacto. Renovar continuamente el logotipo, puede comunicar al público objetivo una imagen negativa de empresa, ya que la asociaran como poco profesional e inestable. A ser posible, el logotipo definitivo de una empresa debe recoger y mantener una esencia duradera.
2. Algo nunca antes visto
La originalidad es la regla de oro para cualquier diseño que se respete. Destacar es importante, y más aún si se pretende distinguir a la marca de sus competidores en el mismo nicho de mercado. Si quieres ser recordado e impresionar a tus clientes fácilmente y sin confusión, lo mejor es crear algo único, y sin precedentes, para no dejar espacio a las comparaciones. Y por supuesto no usar plantillas de logotipos.
3. Cuando menos es más
Está demostrado que a los consumidores, y clientes, les gusta más un logotipo que diga mucho con poco. Con un diseño minimalista, simplificado, es más fácil dejar una primera impresión positiva y que éste sea recordado. Cuanto menos recargado sea un logotipo, más personas podrán recordarlo con facilidad y asociarlo a su empresa.
Para finalizar, un logotipo ideal debe poder adaptarse a cualquier tamaño o variación cromática. Si se espera lograr un buen merchandising o comercialización de la marca, el diseño debería cumplir con su capacidad para ser representado correctamente en cualquier formato, desde una tarjeta, pasando por un boli o valla publicitaria. Sus distintas aplicaciones deben ir registradas en el manual de identidad corporativo.